martes, noviembre 24, 2009

Retobos de una empresa contra la conectividad pública

En un texto publicado el día de hoy en el Diario Reforma, el Lic. Javier Tejado Dondé,funcionario de Televisa con una larga trayectoria de expresión pública e intervención en asuntos públicos,y bajo el provocador título "¿Un nuevo Telmex Estatal?" publica lo siguiente:

"El Gobierno federal a través de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) está impulsando, en coordinación con gobiernos estatales y municipales, una "agenda de conectividad" para acceder con servicios de banda ancha al 80 por ciento del sistema educativo del País (primarias, secundarias, telesecundarias y preparatorias) y al 100 por ciento del Sistema de Salud (hospitales), así como a todos los Centros Comunitarios Digitales, en los próximos 4 años.

Para lograr lo anterior está buscando crear una nueva red con cobertura en todo el territorio nacional. Para ello, la SCT y los gobiernos estatales aportarían alrededor de 310 millones de dólares a un fideicomiso, además de utilizar fibra instalada de la Comisión Federal de Electricidad y 50 megahertz de la banda de los 3.3 GHz que le fueron reservados a la SCT por la Cofetel en agosto de 2008, mismos que también tienen un valor económico intrínseco (se estima que, al no licitarse estas frecuencias, el Estado dejará de recibir alrededor de 65 millones de dólares anuales).

Estos cuantiosos recursos contribuirán a conformar lo que la SCT denomina como La Red de Educación e Investigación (RNEI) y 32 Redes Estatales de Educación, Salud y Gobierno. Sin embargo, si bien es indispensable abatir la brecha digital que hay en el País, parecería que la intención del Gobierno es, en realidad, crear un nuevo operador de telecomunicaciones estatal, de tamaño tal que se convierta en un contrapeso para Telmex.

Es cierto que la penetración de la banda ancha en México todavía es incipiente y a precios muy elevados en comparación con otros países de la OCDE. Sin embargo, la creación de una red propiedad del Estado para tales propósitos no se considera lo más adecuado. Se ha demostrado a nivel internacional que la creación de empresas paraestatales para proveer servicios de telecomunicaciones ha sido un rotundo fracaso. Son caras, ineficientes y financiadas por los contribuyentes, y de ahí que el modelo de provisión de estos servicios haya pasado de la propiedad estatal a la propiedad privada en la década de los 80.

Adicionalmente, el papel activo del Estado tanto en operación como en inversión en materia de telecomunicaciones, tiene efecto distorsionador al buen funcionamiento del mercado en el largo plazo, pues un demandante importante de estos servicios, como lo es la administración pública, sería atendido de manera exclusiva por la red estatal que se pretende construir, desincentivando la inversión privada y provocando el desperdicio de recursos que podrían ser mejor utilizados.

Por otro lado, durante la pasada discusión del Presupuesto de Egresos de la Federación para el año de 2010, el Congreso de la Unión aprobó otra propuesta de la SCT para establecer un sistema satelital propio -administrado por la entidad paraestatal Telecomunicaciones de México- con vistas a alcanzar los siguientes objetivos: i) desarrollar una plataforma de comunicaciones de seguridad nacional; ii) contar con un vehículo para ampliar la cobertura social y la reducción de la brecha digital; y iii) salvaguardar el uso de posiciones orbitales y de las bandas de frecuencias asociadas.

El costo total del proyecto, según estimaciones optimistas de SCT, asciende a un poco más de mil 800 millones de dólares, de los cuales mil millones serían para la fabricación y puesta en órbita de 2 satélites geoestacionarios, 600 millones para la compra de las terminales que recibirán comunicación de los satélites y 200 millones para gastos de operación. Se estima que la vida útil del proyecto es de alrededor de 15 años.

De lo anterior se desprende que la SCT está planteando una duplicidad de proyectos paralelos e independientes (y, por cierto, muy caros, que nos cuestan a todos los contribuyentes) para lograr el mismo objetivo: aumentar la conectividad. Habrá que preguntarle a esta autoridad cuál de los dos proyectos es el "bueno" para estos propósitos. Este es un ejemplo de cómo se destinan, sin una clara definición de los programas de Gobierno para alcanzar ciertos objetivos comunes, enormes cantidades de recursos con un elevado costo de oportunidad social -si se toma en cuenta el contexto de estrechez presupuestal que enfrenta el Ejecutivo federal.

Pero, sobre todo, pareciera que no aprendemos de la experiencia: es contradictorio que el Gobierno federal, por un lado, extinga una empresa paraestatal por ineficiente y costosa y, por el otro, pretenda crear nuevos entes cuyos costos serán aún mayores que las transferencias anuales a Luz y Fuerza del Centro.

Lo que se necesita son políticas públicas impulsadas, desde el gobierno, para lograr una mayor competencia en el sector de las telecomunicaciones, que redunde en mejores servicios y a menores precios para los consumidores. Asimismo, en aquellos lugares del País donde no llega la competencia es primordial que se definan programas de cobertura social exitosos, a efecto de que las comunidades más alejadas reciban los beneficios de la era digital.


Javier Tejado es fundador y consejero del IDET y director de Información de Televisa. Las opiniones vertidas no necesariamente representan la opinión de las instituciones"

Incluyo en esta crestomatía la atribución institucional del Lic. Tejado pues aclara algunas ramificaciones de su conocida e intensa actividad. He incluido el texto completo pues son varios los puntos a comentar; y he optado por no interrumpirlo con los comentarios para no lesionar la calidez y flujo de su discurso. Comentarios:

1. Es una pena que el Lic. Tejado no cite una fuente precisa para que el lector pueda conocer el proyecto que comenta tan desfavorablemente. Es posible que en algunos documentos completos se pueda estudiar la exposición de motivos que hubiesen hecho sus autores. Sin duda ésta incluiría una explicación de por qué muchos actores de la sociedad han desesperado totalmente de que las redes de telecomunicaciones privadas que prestan servicio público resuelvan ciertos problemas clave de México.

2. En este blog a lo largo de un par de años he hecho notas sobre algunos de estos problemas; y contribuí con miles de mexicanos a escribir el equivalente de un libro de debate sobre el tema, con más de 110,000 "tweets" (mensajes de hasta 140 caracteres en el medio social "Twitter") a partir del 19 de octubre de 2009 en lo el fenómeno #InternetNecesario. Se trata, pues, de una opinión compartida por expertos, por observadores, por usuarios, por analistas; por hombres y mujeres; por jóvenes de muchas edades; por personas en todo el territorio nacional y algunos residentes en el extranjero; por consumidores, creadores, desarrolladores, impulsores; por individuos y agrupaciones, comerciales y no comerciales, altruístas, generosos; por artistas tanto como técnicos.

3. Puedo identificar en el escrito del Lic. Tejado algunos temas a los que reacciono y he reaccionado como lo sugieren los párrafos anteriores:

3.1. La necesidad de que México cuente con una RNEI, una Red Nacional de Educación e Investigación (o NREN, por sus siglas en inglés) con anchura de banda tal que perrmita operar en condiciones de abundancia para la innovación y la experimentación; que otorgue a las instituciones educativas y otros miembros control hasta las capas más bajas de la red y por tanto sea aprovisionada a nivel de "fibra obscura" además de la entrega de paquetes IP y enrutamiento para otros proyectos; que estimule e impulse la vinculación academia-gobierno-empresa en un ambiente libre para la innovación; y que atraiga el mejor trabajo de cómputo, procesamiento de imágenes, Internet, telecomunicaciones, convergencia, etc. que puede producir nuestra sociedad.

3.2. En complemento al párrafo anterior, la RNEI de México debe estar, como aquéllas de las que fue par hace una década y la han rebasado, dotada de la capacidad de interconectarse con ellas con mínimas latencias y "sin costuras", financiada por recursos públicos, y operada con criterios académicos (nada de esto se opone a la transparencia y la rendición de cuentas).

3.3. Si lo anterior aplica al "core", en la orilla de la red no hay menos problemas desesperantemente insolubles en las condiciones del mercado de telecomunicaciones mexicano: el costo de los enlaces dedicados está fuera de parámetros internacionales por un factor de 10 (los estudios de la OCDE no han logrado hincarle el diente a este grave problema por la opacidad de la información a este respecto, y sólo han podido mostrar la desalineación de precios y capacidades en el mercado de los enlaces domésticos); y no ha sido posible establecer ni redes comunitarias, ni redes inalámbricas públicas, ni privadas dignas de mención, para atender a las comunidades más desfavorecidas y necesitadas de los beneficios del acceso directo a las telecomunicaciones y a Internet.

3.4. El dinero del pueblo de México ha sido invertido en crear la red de fibra óptica de la CFE (Comisión Federal de Electricidad), única comparable a la red de fibra óptica de Telmex en extensión y capacidad, sin que hasta la fecha se haya hecho posible su uso para los grandes proyectos sociales que lo demandan. La sociedad enterada no deja de ver con recelo una aparente resistencia a competir y a compartir; ni lo uno ni lo otro sucede. Una parte del rezago en la entrada en servicio de esos enlaces de fibra óptica es explicable para quienes conocemos los problemas técnicos, de seguridad, de construcción y de operación de una red de esa escala. Otra precisamente es injustificable bajo la misma luz.

4. La respuesta de la sociedad en México a estos y otros problemas del sector ha sido discutida y hecha pública por muchas entidades: la Sociedad Internet de México, A.C. (ISOC México, capítulo mexicano de ISOC, la Internet Society), la AMIPCI, la CANIETI, el CIDE, la Competitive Intelligence Unit, y tantos más.

La competencia que el mismo Lic. Tejado proclama en los párrafos finales del artículo que estoy comentando está ya al alcance - de la propia empresa a la que en otras ocasiones representa (entiendo que puede haber una disonancia cognitiva, toda vez que como él digna y transparentemente lo aclara, escribe en su calidad personal, como lo estoy haciendo yo). Esa competencia, digo, está al alcance de su empresa, y de muchas aliadas, que pueden ofrecer ya servicios de redes de banda ancha con alcance nacional, tanto en el "core" como en el último extremo, si modifican aceleradamente la arquitectura física de su red para que refleje una lógica de Internet y no de "broadcast" y sobre todo, si modifica la lógica empresarial que constituye su genoma. Recomiendo al respecto el artículo de Michael Moyer en la revista Scientific American, que provee una explicación lúcida y transparente sobre cómo la agenda corporativa de los grandes transmisores de televisón ("broadcast") determina su proyecto tecnológico.

La falta de disponibilidad de telecomunicaciones y anchura de banda ("bando de ancha", se bromea ahora por muchos motivos incluyendo un "spoonerism" de la artista Gerry Juárez, "Miss Pirata") ha desesperado a muchos en México en la última década. Fueron respuesta a ello - en mi interpretación - los proyectos del Lic. Alejandro Hernández Pulido y del Lic. León David Pérez Hernández en el programa e-México y la Coordinación de Sociedad de la Información y el Conocimiento de la SCT, y del Lic. Carlos Torres Torres y el Dr. Antonio Vega en la Comisión Especial para el Acceso Digital de los Mexicanos. Y de la desesperación dan fe los 110,000 tweets de #InternetNecesario.

3 comentarios:

  1. ¿Y POR QUÉ UN DEFENSOR DE TELMEX?

    Si el Lic. Javier Tejado Dondé, director de Información de Televisa, escribe: “…parecería que la intención del Gobierno es, en realidad, crear un nuevo operador de telecomunicaciones estatal, de tamaño tal que se convierta en un contrapeso para Telmex”, él no da los argumentos que exhiban esa “intención”, por lo que el párrafo debe decir: “… me parece que… etcétera”.

    Esa argumentación es para subir al ring a quien el Lic. Tejado Dondé le parece otro implicado, Telmex; intención, esa sí exhibida, desde la cabeza de su escrito: "¿Un nuevo Telmex Estatal?". Bueno, una mala intención al no ponerle guantes a Cablevisión-Televisa, su empleador. ¿Acaso ese fue el acuerdo entre los dueños de los proveedores de acceso mencionados?

    Luego, son dos cosas diferentes la red y el contrapeso. Si se enfocara en la red, vería que se trata de una cobertura en rubros ajenos al negocio de las empresas privadas. Al mencionar la RNEI y las 32 redes estatales, el licenciado les reconoce su ámbito: educación, investigación, salud y gobierno.

    Por definición, son “territorios” asignados al Estado que, si les da cobertura no es necesariamente para desequilibrar a Telmex y a Cablevisión.

    Ahora, bien; ¿por qué un escrito de advertencia? ¿Acaso se siente (sienten) amenazado (s)? ¿Por algo que no escribió, pero que él sabe y no quiso divulgarlo? ¿Para hacer política a la mexicana e incubar el rechazo a esas redes?

    Reconozcamos que sale en defensa de la inversión de los particulares, y digamos a su favor que el capital está a buen recaudo con ganancias multiplicadas hasta por 10 los costos de los países de la OCDE al proveer enlaces dedicados, como señala Alejandro Pisanty.

    Esos particulares, Telmex y sobre todo Cablevisión, deben tener siempre en pie la Red, sin las fallas frecuentes que ha mostrado por estos días de todo noviembre los enlaces provisión por la subsidiaria de Televisa.

    El Lic. Javier Tejado Dondé puede aportar ideas para la sana convivencia de los dos esquemas de redes; el privado y el estatal. Por ejemplo, puede crear una “agenda de conectividad” privada para proveer servicios de banda ancha al 20 por ciento del sistema educativo que, nos enteramos por su escrito, no cubrirá la RNEI. Eso daría muestras de su buena intención de hacer marchar las cosas en bien de reducir la brecha digital.

    Finalmente, nuestro defensor de Telmex puede recordar que los dos esquemas de redes conviven, y no se oponen; un ejemplo inmediato es el ICE en Costa Rica.

    A tìtulo personal, también, escribe Manuel Mandujano.

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  2. Excelente respuesta Dr. Pisanty. El tema es como SÍ hacemos las cosas. El sector privado nacional ha probado, con más de una década, que no quiere o no puede o no ve lo importante que es impulsar el acceso a la red a millones de mexicanos.

    De verdad espero, junto con esos miles de Twiteros, que este proyecto de e-México se convierta en realidad.

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  3. Que es mas importante?

    Que el estado deje de percibir 63 milloncitos?

    o

    Que la Nacion se beneficie para detonar la Educación que tanta falta hace a esta ignorante nación, para salir del sub-desarrollo ?

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