Una excelente emisión de la BBC contiene tanto una entrevista con Nii Quaynor como una interesnate discusión acerca de algunos aspectos de historia de la computación.
Nii Quaynor es uno de los primeros y principales impulsores de Internet en África. La entrevista se da en ocasión de que recibiera el premio Jon Postel de la Internet Society (ISOC) por sus múltiples contribuciones. Nii ha batallado contra gobiernos corruptos, empresas aliadas con gobiernos difíciles, la pobreza general y de infraestructura, y muchas otras condiciones adversas. Su trabajo y su negocio están en Ghana, pero su activismo va mucho más allá en todo el continente. Ha contribuido a sensibilizar sobre la importancia de Internet a los organismos internacionales y las empresas, a organizar y capacitar a una multitud de técnicos, operadores, administradores y gente de negocios, y a llevar fondos internacionales para la inversión privada y pública y el desarrollo de Internet en África y el mundo en desarrollo. La entrevista permite escucharlo en su buen carácter, conservado a pesar de dificultades extremas. Conocí a Nii Quaynor en el período en que ambos fuimos miembros del consejo directivo de ICANN y he sido testigo cercano de su calidad humana, su compromiso social, su competencia técnica y operacional, y su forma de actuar, todas ellas de primera.
La parte final del programa hace referencia a un pasado que vivimos algunos "viejos jóvenes" - John Backus, la notación de Backus-Naur, y Fortran, el inmortal.
blog by Alejandro Pisanty. If I can sustain the effort I'll touch on IT in education, Internet Governance, UNAM projects, university rankings, ICANN, and a subject or two more. Español: blog sobre tecnologías de la información en educación, gobernanza de Internet, proyectos en la UNAM, "rankings" (clasificaciones) de Universidades,ICANN y un par de temas más - si puedo sostener el esfuerzo.
sábado, diciembre 29, 2007
¿Ascenso o declinación de las universidades inglesas?
En un excelente artículo, el prof. Andrew Oswald pone en perspectiva dos tendencias contrastantes: la evolución descendente de algunos indicadores del rendimiento de las universidades inglesas, por un lado, y la evolución ascendente de sus posiciones en el "ranking" del Times Higher Education Supplement. El artículo es discutido también en el excelente blog de Richard Holmes, http://rankingwatch.blogspot.com.
Oswald contrasta específicamente el ascenso de las universidades inglesas en el ranking, particularmente el de 2007, con el hecho de que en las últimas dos décadas Inglaterra ha producido 9 premios Nobel en ciencias y Estados Unidos 126. Oswald no se ahorra comentarios demoledores acerca de la ética de las instituciones que simultáneamente adoptan el resultado del ranking para su publicidad y saben que es un indicador sumamente dudoso, y llama a la integridad académica en pocas y precisas palabras dignas de lectura directa.
Finalmente, Oswald reflexiona acerca del efecto del sistema de evaluación de las universidades inglesas sobre sus resultados de investigación. Apunta a la posibilidad de que el sistema esté llevando a las universidades - a los investigadores mismos - a hacer investigación sólida y segura, pero no a correr riesgos y a hacer investigación audaz y original. Un efecto que también se afirma existe en muchos otros sistemas, incluyendo el mexicano.
En esta reflexión Oswald anota un hecho interesante: el número de unidades (departamentos, divisiones, etc. sometidas a la evaluación por parte de las universidades) que obtiene la máxima calificación dentro de ese sistema de evaluación aumenta aceleradamente en cada período evaluado - "grade inflation", que observamos regularmente en muchos otros sistemas de evaluación. Motivos múltiples para ver con profundo pesimismo a los sistemas de evaluación y clasificación rumbo a 2008.
Oswald contrasta específicamente el ascenso de las universidades inglesas en el ranking, particularmente el de 2007, con el hecho de que en las últimas dos décadas Inglaterra ha producido 9 premios Nobel en ciencias y Estados Unidos 126. Oswald no se ahorra comentarios demoledores acerca de la ética de las instituciones que simultáneamente adoptan el resultado del ranking para su publicidad y saben que es un indicador sumamente dudoso, y llama a la integridad académica en pocas y precisas palabras dignas de lectura directa.
Finalmente, Oswald reflexiona acerca del efecto del sistema de evaluación de las universidades inglesas sobre sus resultados de investigación. Apunta a la posibilidad de que el sistema esté llevando a las universidades - a los investigadores mismos - a hacer investigación sólida y segura, pero no a correr riesgos y a hacer investigación audaz y original. Un efecto que también se afirma existe en muchos otros sistemas, incluyendo el mexicano.
En esta reflexión Oswald anota un hecho interesante: el número de unidades (departamentos, divisiones, etc. sometidas a la evaluación por parte de las universidades) que obtiene la máxima calificación dentro de ese sistema de evaluación aumenta aceleradamente en cada período evaluado - "grade inflation", que observamos regularmente en muchos otros sistemas de evaluación. Motivos múltiples para ver con profundo pesimismo a los sistemas de evaluación y clasificación rumbo a 2008.
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