La reciente introducción de radares para detectar autos conducidos con exceso de velocidad en la Ciudad de México, y su defensa por el Lic. Encinas y otros funcionarios del GDF, me ha llevado a la siguiente reflexión:
Al Lic. Encinas le preocupa que unas decenas de autos pasen a más de 40 kilómetros por hora. A un kilómetro de allí, durante la mayor parte del día, a todos los demás nos preocupa (y angustia y desgasta) tener que pasar 40 minutos en un kilómetro.
Al GDF le preocupa el exceso de velocidad en la punta de la loma. A millones de habitantes de la ciudad los está acabando la falta de velocidad en el semáforo de la esquina.
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